Publicado por El Español el 20 de junio de 2020
Manuel Gesteira Abuín fue movilizado a principios de 1938 para integrar una unidad del Ejército franquista destinada a participar en la ofensiva sobre Aragón. Cuando el tren que le conducía al frente hizo una parada en la estación de Ponferrada, el soldado gallego bajó con dos compañeros más a tomar café, según confesaría ante el tribunal militar. No regresó a tiempo y perdió el vagón que lo llevaba (forzosamente) a la guerra. Lo detuvieron el 18 de septiembre, cuando las tropas sublevadas ya se habían lanzado sobre Cataluña, y fue condenado a un recargo de cuatro años de servicio. Su movimiento se explica como un intento de huir de las ametralladoras y granadas, pero permaneciendo en territorio rebelde.
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