El anterior programa estuvo centrado en el republicanismo del siglo XIX y en la Primera República. Después del golpe de Estado de Pavía, el movimiento republicano entró en cierta crisis política. Sin embargo, a lo largo de la Restauración continuó existiendo una pulsión que defendía que la única de conseguir un régimen democrático.
Sin embargo, la imagen que, lamentablemente, permanece en una parte de la sociedad, es la de un régimen inestable, violento y que pretendió llevar a cabo unas medidas políticas contrarias a los intereses de la sociedad. Asimismo, se une el sistema republicano en paz, con lo que sucedió después del golpe de Estado de 1936.
Por lo tanto, persisten cierto mitos sobre este periodo en el que se entremezclan realidades a medias, con mentiras, propagadas por el franquismo y que han recogido una serie de historiadores revisionista que agrandan ciertos problemas estructurales de la República, sin prestar atención ni al contexto histórico, ni al contexto internacional.
La Segunda República, el golpe de Estado, la Guerra Civil y el franquismo, posiblemente sean los temas que mayor producción científica en Historia han generado en las últimas décadas. A pesar de importantes iniciativas culturales procedente de los movimientos sociales y de historiadores universitarios, continúa en la sociedad cierto mitos sobre aquel periodo. Es una tarea difícil, pues los 40 años de dictadura y el cierto silenciamiento institucional durante la transición sobre lo que significó la República en términos de crecimiento democrático, fue no solo acallado, sino que fue sepultado entre mentiras para legitimar el régimen dictatorial nacido de las armas.
Se habla de inestabilidad política, sin tener en cuenta el contexto internacional de crisis del liberalismo y de fascistización de las fuerzas políticas conservadoras. Además, el crecimiento de los partidos fascistas que llevaron a cabo una violencia verbal sin precedentes, especialmente en las grandes ciudades. El ascenso del fascismo en la década de los 20 y 30 en países como Italia, Alemania, Austria o Grecia, además, de la buena prensa que tuvo este movimiento en países que mantuvieron un cierto dique de contención, como fue Reino Unido y Francia, influyó en España.
Es cierto, que la victoria del bolchevismo en Rusia en 1917, influyó en el movimiento obrero de todo el mundo, pues fue percibido como una oportunidad de cambio de régimen político.
Por lo tanto, la crisis del liberalismo que sufrió toda Europa, debe tenerse en cuenta a la hora de analizar la Segunda República y tratar de entender porque no duró más tiempo, pues me niego a utilizar la palabra fracasar. Además, de esa corriente fascista trasnacional, el caso español tuvo como particularidad, que el ejército estaba demasiado involucrado en temas de política interna. Eran los encargados, a falta de un cuerpo policial, de “reprimir” las protestas sociales. Al ser un ejército, con una mentalidad y preparación militar, es decir para la guerra, las consecuencias fueron nefastas y era raro que no hubiese algún muerto en las acciones en las que tomaron parte.
Por lo tanto, la inestabilidad de la Segunda República, no fue producido exclusivamente por errores achacables a la constitución aprobada en 1931. Pero, ¿hubo violencia política en España? La respuesta es afirmativa, pero, ¿la solución era dar un golpe de Estado? La respuesta debe ser tajante, NO.
Nada justifica un golpe de Estado y la situación que vivía España no era muy distinta de la francesa o británica. El punto de inflexión, lo que provocó la llegada del fascismo a España fue el golpe de Estado, que desembocó en una guerra civil. Por eso, creo que es necesario separar lo que fue la República desde 1931 hasta el 18 de julio de 1936, de la “República en guerra”. Durante este periodo, los revisionistas, que hablan de un régimen inestable y violento, ya han sido interpelados con datos por especialistas como Eduardo González Calleja, Rafael Cruz o nuestros invitados de hoy.
Hay más temas controvertidos, como la reforma agraria, la militar o la religiosa. En definitiva, se construyó un relato que pervive en la actualidad y que a la monarquía parlamentaria no le interesa cambiar.
Sobre todos estos temas hablaremos con dos de los principales especialistas sobre la Segunda República, analizando sus errores y sus virtudes, como deben hacer la historiografía seria.
Por un lado, tenemos a Ana Martinez Rus. Profesora de la Universidad Complutense de Madrid y especialista en la represión cultural durante la guerra y el franquismo. Coeditó, junto con nuestro otro invitado, Francisco Sánchez, (y Eduardo González Calleja y Francisco Cobo Romero), La Segunda República, en Pasado y Presente. Autora de La persecución del libro. Hogueras, infiernos y buenas lecturas (1936-1951), Gijón, Trea, 2014.
Francisco Sánchez Pérez, es profesor de la Universidad Carlos III de Madrid. Sus investigaciones se han centrado en la historia de los movimientos sociales, la conflictividad social y la acción colectiva de protesta, y en la historia urbana y de Madrid, habitualmente en el marco de la España del siglo XX. Es autor de La protesta de un pueblo. Acción colectiva y organización obrera, Madrid 1901-1923 (Madrid, 2006)
Asimismo, continuamos con las secciones de “Palabra de librero” con Javier Voces, y “Recomendaciones” con Daniel Velasco. Ambos recomendaron el mismo libro, que va camino de convertirse en un clásico:
Título: La Segunda República española
Editores: Eduardo González Calleja, Francisco Cobo Romero, Ana Martónez Rus y Francisco Sánchez Pérez.
Madrid, Pasado y Presente
2017, pero acaba de salir la tercera edición en 2023
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