Recomendaciones: “L’ officina della guerra” de Antonio Gibelli

Cuando se realiza una investigación uno siempre se encuentra con libros que le marcan. En mi opinión, el que recomiendo en el día de hoy, creo, que está infravalorado dentro de los estudios de la guerra, frente a otros firmados por Paul Fussell, John Keegan, Eric J. Leed, George L. Mosse o Stéphane Audoin-Rozeau. Sin duda, de los dos primeros que acabo de citar, se les podría considerar padres historia social y cultural de los fenómenos bélicos y el mundo militar. Sus libros son indispensables en el cambio que sufrió la forma de estudiar la guerra, con The Great War and Modern Memory de Fussell o The Face of Battle de Keegan. La importancia de la obras de George L. Mosse –Fallen Soldier– o Audoin-Rozeau –Histoire Culturelle della Grande Guerra-, deriva de conceptos como el del “mito de la experiencia de guerra”, más cercanos a la historia cultural, en un contexto en el que cobra importancia el giro lingüístico o la filosofía del lenguaje, en el ámbito de las ciencias humanas.

Sin duda, los citados, junto a otros como Jean Jacques Becker, Robert W. Reiber, Robert Kelly, Jay Winter o John Horne, han revolucionado el mundo de los war studies. Sin embargo, hubo un libro que, cuando realicé mi tesis doctoral, me impresionó mucho y que, no se porque, no aproveché más sus conclusiones. Fue L’ officina della guerra. La grande guerra e le trasformazioni del mondo mentale (primera edición de 1991) del historiador italiano de la Universidad de Génova, Antonio Gibelli. Es autor, también, de La guerra grande. Storie di gente comune (Laterza, 2016). Se trata de dos investigaciones de carácter principalmente social, pero no rehúye de los debates teóricos propuestos por la historia cultural.

Conferencia sobre los epistolarios y diarios de guerra.

En la Storie di gente comune humaniza la Primera Guerra Mundial y sus consecuencias al dar protagonismo a la gente corriente. A través de las cartas, diarios, memorias y fotografías pone nombre, apellidos y caras, a las personas que sufrieron la guerra, tanto en el frente como en retaguardia, a mujeres y a hombres. Afirma que el esfuerzo bélico lo padeció toda la sociedad pero de distinta manera. Las mujeres se convirtieron en protagonistas de la vida social y laboral en retaguardia y, como enfermeras, en los hospitales militares. Por su parte, los hombres, como soldados lucharon en los campos de batalla, mientras que sus padres e hijos adquiriendo un rol que no tuvieron otras generaciones. Con toda la documentación de carácter personal que fue capaz recuperar –cómo se pretende hacer aquí en el Proyecto Colaborativo “Pasado Reciente”-, explica de una forma distendida, pero no alejada de complejidad, lo que padeció aquella sociedad. Sobre todo, desmitifica la imagen de valientes guerreros que durante mucho tiempo permaneció en la memoria colectiva, sino que los mostraba como individuos que no pudieron escapar de la maquinaria bélica creada por Italia -y por todos los Estados e Imperios participantes- y del contexto de violencia. Asimismo, tiene otra obra fundamental, de la que puede que hable en un futuro, que es Il popolo bambino. Infanzia e nazione dalla Grande Guerra a Salò (Einaudi, 2005), en la que traza los puntos que relacionan la guerra mundial con el ascenso del fascismo.

Antonio Gibelli

Sin duda, la Storie di gente comune, es una excelente obra, pero su mejor publicación, en mi opinión, es L’ officina della guerra, que contó con varias ediciones (la última en Bollati Boringhieri, 2007) y que, lamentablemente, ninguna editorial española se ha atrevido a traducirla al castellano. Esta investigación es anterior a la ya referida, por eso, aborda con mayor complejidad pero con una prosa muy fluida y accesible -para los que no hablamos italiano y, solo, nos defendemos leyéndolo- el mundo bélico. Su gran aportación, junto con la realizada por Eric J. Leed en No Man’s Land, es entrar en el debate de la identidad que se genera en una guerra y en los cambios mentales producidos por la misma. Ya hice referencia en otra entrada a autores como Ben Shepard o Peter Leese, pero quienes abrieron ese melón, fueron previamente Gibelli y Leed.

El autor italiano estudia la “experiencia de guerra” desde una perspectiva más amplia que la propuesta por George L. Mosse. En este caso, la Gran Guerra sería un proceso que se circunscribió al propio de la modernidad, en un momento de transformación social, política, económica y cultural. El primer conflicto militar de masas entroncaría con una nueva forma de ver el mundo: más industrializado y estandarizado, en el que la política comenzó a impregnar a todos los sectores de la sociedad y en el que se produjo un ensanchamiento de poder de los Estados. Como consecuencia, generó nuevas formas de pensamiento e identidades sociopolíticas y nacionales. En este sentido, la Primera Guerra Mundial, sería el culmen de ese proceso que ya comenzó a mediados del siglo XIX y que fue explicado a la perfección por E. P. Thompson. Los individuos no solo tuvieron que hacer frente a los cambios que traía consigo la modernidad, sino adaptarse a su lado más oscuro, la guerra moderna. Esto provocó que tras la experiencia vivida en los frentes, la transformación del mundo mental de los soldados fuese más acusada que la que padecieron generaciones anteriores que se enfrentaron a ese proceso de cambios pero sin el componente violento de un conflicto armado.

Lo positivo que tiene la obra de Antonio Gibelli, es que entra en debates complejos pero no olvida el lado humano, lo que lo convierte en un libro verdaderamente redondo. En el análisis que realiza de la experiencia de guerra, se pueden percibir diversos matices sobre la manera de entender ese proceso por parte de los combatientes. En ningún caso, se aprecia el mono tono que está presente en otros libros más cercanos a la Historia Cultural que a la Social, que es donde se podría inscribir al italiano. Para averiguarlo, además de utilizar la documentación oficial generada por el ejército, emplea mucha de carácter personal, como cartas, diarios y memorias. Sin embargo, la parte más interesante, en mi opinión, y más innovadora -incluso en la actualidad- es la dedicada a las consecuencias traumáticas a través de documentación personal de médicos de guerra, psiquiatras y psicólogos que trataron a muchos excombatientes. Ahí es donde mejor se puede apreciar el choque con ese nuevo mundo que termina de eclosionar con la Gran Guerra. Con su finalización se produjo un nuevo fenómeno, la citada transformación mental que en algunos casos derivó en traumas y enfermedades mentales. Algunos sufrieron neurosis de guerra, estrés postraumático o Shell Shock. Era producto de la modernidad del siglo XX y su punto de inflexión, la primera guerra de masas que desató una violencia nunca antes vista y para la que nadie estaba preparado. Un libro imperdible para conocer más sobre este proceso histórico, la sociedad y transformaciones mentales que provocó la experiencia bélica.

Título: L’ officina della guerra. La grande guerra e le trasformazioni del mondo mentale

Autor: Antonio Gibelli

Lugar de edición: Turín

Editorial: Bollati Boringhieri Editore

Año: 2007 [Tercera edición][Primera edición: 1991]

Idioma: Italiano

Páginas: 300

ISBN 10: 8833918211

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