Estaba aburrido en mi casa y decidí abrir la plataforma Netflix para ver una película en mi ordenador. Lo sé, podría ir al cine, e iré, pero en Irlanda aún hay fuertes restricciones. Hay que llevar el pasaporte COVID a todos los sitios, sino es imposible que te dejen entrar y claro, os preguntaréis: ¿No lo tienes en el móvil? No, para algunas cosas soy muy antiguo y, sobre todo, vago. Lo tengo en papel, que se ha convertido en una “papelina” (de fumar) o papel cebolla, a causa de la lluvia de doblarlo hasta el imposible, entre otras cosas. O volveréis a preguntar ¿Por qué no lo descargar al móvil entonces ahora? Me da pereza. Lo curioso es que no me la da escribir sobre la pereza que me produce hacer algo que requiere menos ejercicio físico y mentar que hablar de ello, pero a mi. Así funcionamos algunos humanos. Que le vamos a hacer, la crisis de los cuarenta… y eso que tengo 34… cada vez me da más vergüenza decir mi edad. Que asco…
En fin, que buscando una película di con una producida en los Países Bajos en 2020, bajo la dirección de Matthijs van Heijningen Jr., escritor y director de la película The Thing, un thriller de ciencia ficción, sobre el el contacto con alienígenas en la Antártida. En The Forgotten Battle, también ejerce de guionista -junto con Paula van der Oest y Reinier Smit- y director del filme.
A modo de sinopsis -exprés-, está basada en hechos reales. A finales de 1944, para que las tropas aliadas pudieran continuar su avance hacia Berlín, después del Desembarco de Normandía, la liberación de París y la liberación de gran parte de Bélgica y Países Bajos. Se encontraron con un problema, la resistencia que impusieron los nazis en el puerto de Amberes. Era fundamental para que pudiesen atracar los buques estadounidense, británicos y canadienses. Para ello, se sirvieron de la ayuda de la resistencia holandesa, para que las tropas aliadas no cayesen en la trampa diseñada por los alemanes. Consistía en cerrar todas las vías de entrada a la ciudad y concentrar todas sus fuerzas en un único paso. Gracias a la labor de un joven que fue capaz de fotografiar las defensas alemanas y enviárselas a las fuerzas canadienses, consiguieron pasar. Esto no es un spoiler, supongo que todos/as sabéis quien ganó la Segunda Guerra Mundial…
Tres jóvenes están en plena batalla del estuario del Escalda: un piloto británico, un holandés que lucha en el bando alemán y una mujer enrolada en la resistencia neerlandesa. A pesar de tener diferentes puntos de vista, todos luchan por un mismo objetivo: la libertad.
Sinopsis de FillAfinity
La película tiene una buena manufactura, en la que destaco la dirección de fotografía de Lennert Hillege. Además, la historia no se centra en en los posibles heroísmo de la resistencia holandesa, sino que pone a todos los personajes en una diatriba entre lo que es el mal y el bien. De como en una guerra, en ocasiones, esa línea queda difuminada o se modifica a lo largo de la contienda y del cansancio físico y psicológico que genera. Hay soldados alemanes que reniegan de sus acciones; otros que se reafirman; soldados aliados que se convierten, a ojos de otros, en “traidores”; colaboracionistas que desean el fin de la ocupación alemana; soldados que se vuelven locos en pleno combate; mutilados, u hombres que creen hacer lo correcto pero que se arrepienten por las consecuencias que provocan. En definitiva, un crisol de emociones que supera con creces ciertos fallos del guión -y de la dirección de casting-, que quizá no tiene el ritmo suficiente como para convertirse en un clásico del cine bélico.
En cualquier caso, aplaudo este tipo de películas que muestran otra cara de la experiencia bélica. La más cruda, la más real, la más dura y violenta. Además, uno de los aspectos positivos de esta película es la coralidad, pues son diversas historias paralelas, que tienen un punto en común, que provoca que el espectador pueda ver como hay sentimientos, como el miedo, el dolor, el sufrimiento, el cansancio o la incomprensión de la violencia gratuita. Todas ellas las experimentas los soldados de los ejércitos alemán, estadounidense y canadienses, y de la sociedad holandesa.
Una película que recomiendo ver, pues son 120 minutos en los que el dolor que padecen los protagonistas lo siente el espectador. Comprendes las acciones que realizan algunos de ellos e, incluso, te hace ponerte en su situación. De hecho, uno de los puntos más controvertidos es que humaniza a los soldados nacionalsocialistas. Sin embargo, va en sintonía con algunos trabajos como los de Omer Bartov, en los que afirma que comenzó a perder adeptos el régimen nazi cuando a medida que avanzaba la Segunda Guerra Mundial.
Os la recomiendo, es un película entretenida, con un trasfondo muy rico en matices y como muchas que se están realizando últimamente, nos muestra una guerra distinta a las del cine bélico tradicional
Lo mejor: La complejidad de los personajes y el trasfondo sociocultural de las consecuencias de la guerra.
Lo peor: El ritmo de la película y algunas interpretaciones desmerecen el guión de sus personajes.
Título original: De Slag om de Schelde (The Forgotten Battle)
Año: 2020
Duración: 124 min.
País: Países Bajos (Holanda) Países Bajos (Holanda)
Dirección: Matthijs van Heijningen Jr.
Guion: Paula van der Oest, Reinier Smit
Fotografía: Lennert Hillege
Reparto: Tom Felton, Gijs Blom, Susan Radder, Jamie Flatters, Theo Barklem-Biggs, Jan Bijvoet, Richard Dillane, Scott Reid, Robert Naylor, Justus von Dohnanyi, Dylan Smith, Pit Bukowski, Mark van Eeuwen, Marthe Schneider, Gordon Morris
Productora: Levitate Film, Caviar Films. Emitida por: Netflix
Género: Bélico. Drama | II Guerra Mundial. Ejército
Sinopsis: Año 1944, durante la II Guerra Mundial. Tres jóvenes están en plena batalla del estuario del Escalda: un piloto británico, un holandés que lucha en el bando alemán y una mujer enrolada en la resistencia neerlandesa. A pesar de tener diferentes puntos de vista, todos luchan por un mismo objetivo: la libertad.