Hay personajes cuya trascendencia histórica superan a la persona. Este es el caso de Dolores Ibárruri, una joven vasca que terminó convirtiéndose en un icono de la lucha antifascista más allá incluso de nuestras fronteras. Hoy nos centraremos en analizar su figura, que sirve para conocer periodos como la dictadura de Primo de Rivera, la Segunda República, la Guerra Civil, el exilio y la transición, en los que de una forma u otra fue protagonista.
Asimismo, saber más sobre, la conocida como la Pasionaria, nos permite profundizar en la formación del movimiento obrero, del surgimiento de la política de masas, de la oposición al golpe de Estado, de la evolución del comunismo y de la transición. También, conocer los motivos por los que las personas participan en política de una forma u otra.
De sus discursos como una joven sindicalista en Asturias a la icónica imagen de ella sentada en el congreso junto al poeta y también miembro del PC Rafael Alberti, transcurre una parte de la historia de España, que en plena conmemoración del centenario del Partido Comunista es necesario conocer más
Por eso tengo el honor de contar con sus dos biógrafos. Mario Amorós, periodista y doctor en historia por la Universitat de Barcelona, viene de publicar No pasarán! Biografía de Dolores Ibárruri, Pasionaria, publicado en la Editorial Akal. Por otro lado, Diego Díaz Alonso, es doctor en historia por la Universidad de Oviedo, director de Nortes.me y autor de La vida inesperada de Dolores Ibárruri, publicado por Hoja de Lata.
Dos libros que, en mi opinión sirven para aprender más sobre la naturaleza del movimiento obrero, la creación y evolución del Partido Comunista y navegar por diferentes décadas de nuestra historia. Todo a través de un personaje fundamental, como lo fue Dolores Ibárruri, la Pasionaria. A través de este debate, de la presentación de dos libros complementarios, conocimos las luces y sombras de un personaje clave, pero que representa a muchas mujeres que sin tener su protagonismo, fueron clave y siguieron la lucha que ella mantuvo en vida.
Dos libros fundamentales, necesarios y de una gran calidad empirica y interpretativa. Tuve la suerte que de que sus autores intercambiasen pareceres para, posiblemente, sacar ideas que no han reflejado en sus libros. Pues el debate es el motor de la historia.