Para mi es muy especial el invitado que tenemos en la sección en el día de hoy. Es uno de los historiadores que más respecto, que más me hicieron pensar y, en mi opinión, que mejor escriben. Creo que cualquier persona que esté leyendo hoy esta entrada, estará de acuerdo conmigo, y creo que puedo añadir que representa el extraño funcionamiento de nuestro sistema universitario. En cualquier otro país, las más prestigiosas universidades se pelearían por “reclutarlo” para su equipo docente. Sin embargo, a pesar de sus excelentes investigaciones, publicadas en diversos libros y artículos académicos; de saber expresar en ellas la complejidad del pasado con una prosa sencilla y amena, pero no por eso exenta de una calidad para adjetivar los conceptos que maneja; Carlos Gil Andrés, no forma parte de ninguna universidad. Es profesor de instituto, un trabajo complejo y clave en el desarrolló personal de los individuos. Mi madre es maestra de escuela y admiro ese oficio. Por suerte, cada vez hay mejores profesionales en la enseñanza. Aunque, no los necesario para una educación pública de calidad. Por eso, quiero que no se mal interprete esta afirmación, cierta por otro lado, de que en cualquier otro país podría ser catedrático de las mejores universidades del país. Por suerte, su pedagogía la disfrutan los alumnos del IES Inventor Cosme García de Logroño. Se trata de Carlos Gil Andrés.
El primer trabajo que consulté de Carlos, fue Lejos del frente. La Guerra Civil en la Rioja Alta, una obra de referencia, publicada en 2006. A lo largo de sus casi 600 páginas -creo recordar- desgrana como se desarrolló la violencia política tras el golpe de Estado de 1936, en unos pueblos de La Rioja. Lejos de ser un estudio local, su análisis de como la sociedad se transformó desde el final de la República y durante toda la contienda, sirve para dar una interpretación al enfrentamiento que se libró “lejos” de los campos de batalla. De lo concreto, como los buenos libros, el lector puede extraer interpretaciones globales. No es un libro más sobre la represión, sino que entra en la complejidad de su análisis a través de la microhistoria, sin olvidar el fenómeno macro del que pretende dar respuesta. Sin duda, este libro es la primera recomendación de esta entrada.
El segundo libro que leí de Carlos, fue La República en la plaza: los sucesos de Arnedo de 1932. Aquí, a través de fuentes judiciales, analiza, como si Carlo Ginzbourg se tratase, lo que ocurrió en una protesta producida en un pueblo riojano durante la Segunda República. Un libro de lectura amena y hasta apasionante, que se ha convertido en otro clásico sobre el periodo que se inicia en 1931. Cualquier historiador de los conflictos sociales y la acción colectiva, tiene -o debería tener- este libro como referencia. Asimismo, sirve para ver como se puede realizar un estudio local y, a su vez, obtener resultados globales. Tengo que reconocer, que me gustaría, en un futuro, hacer un trabajo similar -tengo hasta el suceso elegido-, y espero que el resultado se le parezca, aunque sea mínimamente, al que publicó el historiador riojano en 2002. No creo que lo consiga, todo sea dicho. Y ya van dos recomendaciones… sin plantearmelo.
Cuando comencé a ir a congresos, tuve la suerte de conocerlo en persona y escucharlo hablar. Una fue en Santiago y la otra, ahora, no recuerdo si fue en Barcelona. Descubrí una persona asertiva, con una explicación amena, sencilla de cosas que no lo eran y con un fuerte carácter didáctico. En Santiago, estaba presentando su libro Piedrahalén. Es la historia de un hombre corriente, un campesino, que demuestra la aristas sociales de cualquier proceso histórico. El libro, debería ser de obligada lectura para quienes quieran realizar una investigación, pues a medida que desgrana la vida del protagonista, que él como historiador pudo conocer a través de la documentación existente, explica el desarrollo de la investigación. Creo que es un libro profundamente interesante, novedoso y de necesaria lectura. Y van tres recomendaciones!!
El lector de esta web habrá comprobado la admiración que tengo hacia Carlos Gil Andrés, pero quién se acerque a su obra podrá comprobar que no son excesivas mis palabras. A continuación, incluyo un video de YouTube de una charla sobre la Guerra Civil: juzguen ustedes.
Un ramillete de virtudes, que se completa con un carácter afable y cercano. Le envié mi última publicación, la leyó con detenimiento y me envió un bonito mensaje sobre lo que le pareció. Parecía mejor a través de su prisma y palabras, por suerte -o quizá desgracia para mí- ese mail no lo leyó nadie más que un servidor y no pudo “engañar” a posibles lectores.
Esta vez, le volví a molestar para que nos recomendase un ensayo y una novela histórica. A ver que os parece:
Título: Lo que no me contaste
Autor: Mark Mazower
Lugar de edición: Barcelona
Editorial: Crítica
Año: 2021
Idioma: Castellano [Traducción]
Páginas: 384
Comentario de Carlos: Las memorias de una familia que recorren la historia de Europa del siglo XX, escritas por un historiador que sabe muy bien de lo que habla y sabe muy bien cómo contarlo.
Sinopsis: En este libro de memorias, el historiador Mark Mazower compone un fresco conmovedor de su propia familia que, por azares del destino, pasó por el sitio de Leningrado, el gueto de Vilna, el París ocupado e incluso por las filas de la Wehrmacht.
Su padre, hijo de emigrantes judíos rusos establecidos en Londres tras la guerra civil y la revolución, tuvo la suerte de nacer en Gran Bretaña. Max, el abuelo, había militado de joven en la organización socialista del Bund y se había enfrentado a las tropas zaristas, aunque nunca hablaba de ello. Frouma, la abuela, provenía de una familia devastada por la Gran Purga y que, aun así, logró abrirse camino en la sociedad soviética. Un siglo después de la Revolución rusa, esta historia evoca una facción socialista hoy olvidada: un colectivo apasionado, humanitario y abierto de miras. Al mismo tiempo, el libro nos habla de la felicidad que en ocasiones aguarda a los perdedores de la historia, del poder de la amistad y de los valores que permitieron que el hijo de Max y Frouma sintiera Inglaterra como su verdadero hogar.
En Lo que no me contaste, Mazower se adentra en la historia de su familia que es, a la vez, la de los avatares de la Europa del siglo XX para dejar constancia de los sacrificios y los silencios que marcaron a toda una generación y sus descendientes.
Título: Un caballero en Moscú
Autor: Amor Towles
Lugar de edición: Madrid
Editorial: Salamandra
Año: 2018
Páginas: 512
ISBN: 9788498388985
Comentario de Carlos: La historia de un aristócrata ruso atrapado en el lujoso hotel Metropol, recluido en arresto domiciliario por un comité revolucionario bolchevique. Muy bien escrita.
Sinopsis: Condenado a muerte por los bolcheviques en 1922, el conde Aleksandr Ilich Rostov elude su trágico final por un inusitado giro del destino. Gracias a un poema subversivo escrito diez años antes, el comité revolucionario conmuta la pena máxima por un arresto domiciliario inaudito: el aristócrata deberá pasar el resto de sus días en el hotel Metropol, microcosmos de la sociedad rusa y conspicuo exponente del lujo y la decadencia que el nuevo régimen se ha propuesto erradicar. En esta curiosa historia se basa la segunda novela de Amor Towles, que después de recibir innumerables elogios por Normas de cortesía, su ópera prima, se consolida como uno de los escritores norteamericanos más interesantes del momento. Erudito, refinado y caballeroso, Rostov es un cliente asiduo del legendario Metropol, situado a poca distancia del Kremlin y el Bolshói. Sin profesión conocida pese a estar ya en la treintena, se ha dedicado con auténtica pasión a los placeres de la lectura y de la buena mesa. Ahora, en esta nueva y forzada tesitura, irá construyendo una apariencia de normalidad a través de los lazos afectivos con algunos de los variopintos personajes del hotel, lo que le permitirá descubrir los jugosos secretos que guardan sus aposentos.